TRABAJAMOS CON LISTA DE ESPERA PREVIA, LA DISPONIBILIDAD DEPENDERÁ DE LOS CACHORRITOS QUE NAZCAN A LO LARGO DEL AÑO
SOBRE EL SHIBA INU
¿Crees realmente conocer al shiba? Te sacamos de dudas!
Recibimos muchas llamadas de familias atraídas por el aspecto de zorrito del shiba, porque últimamente se ha puesto mucho de moda en redes sociales mostrándolo como un perrito gracioso, regordete y achuchable y especialmente por su tamaño sin tener en cuenta ni conocer lo más importante...su CARÁCTER y sus NECESIDADES.
Crees que por ser pequeño, necesariamente es mejor para vivir en un piso que por ejemplo una raza más grande como por ejemplo es el akita? En mi opinión, llegar a esa conclusión es un gran error, ya que las necesidades de un perro (y en este caso contamos con la ventaja de conocer las características de una u otra raza en concreto) no están más ni menos cubiertas basándonos en su tamaño en sí ni el espacio en el que viven sino más bien a lo conscientes que somos de sus necesidades para que se sienta equilibrado y si su carácter es compatible a nosotros para luego no llevarnos desilusiones.
Cierto que cada individuo puede tener un carácter u otro resultando ser más dócil, arisco, independiente, dominante etc pero al igual que con el akita, no podemos pretender que el carácter de nuestro shiba sea comparable al que pueda tener un pomerania ni un bilchón porque su base no dejará de ser la de un shiba. Parece algo muy obvio, pero en mi más sincera opinión, creo que únicamente los que han tenido oportunidad de conocer la raza de primera mano pueden entenderlo a lo que me refier, ya que el shiba es tremendamente particular.
Si con el akita era necesario establecer un fuerte vínculo para sacar lo mejor de él, con el shiba es si cabe, lo será aún más. Se trata de una raza con un carácter primitivo más marcado y tendremos que ser conscientes de ello.
Necesitaremos grandes dosis de empatía y en cierto modo conocimiento para saber interpretar su comportamiento o lenguaje corporal sin pretender por ejemplo que sea un perro que siempre acuda a nuestra llamada enseguida o tenga una necesidad continua por satisfacernos. Se trata de una raza tremendamente observadora, muy ágil, sensible, que reacciona de forma rápida a diferentes estímulos, siempre alerta y con una cierta independencia, por lo que en determinadas situaciones, lo ideal sería saber interpretar cuándo darles su espacio. Tendremos que tener en cuenta por ejemplo que las distancias para un shiba en los paseos, no son las mismas que para nostros ocurriendo que por ejemplo se alejen demasiado llegando incluso a perderles la vista y creer que se han escapado, pero realmente no ser así.
En mi opinión, no es una raza que con un par de paseos breves al día consiga estar equilibrada y que si lo que pretendemos es enriquecer nuestra relación con él, requerirá de un compromiso extra por nuestra parte teniendo muy en cuenta los puntos que anteriormente hemos mencionado como base. El éxito o fracaso que obtengamos en la relación con nuestro shiba estará condicionado a que seamos conscientes desde un principio de ello.
Al igual que el akita, no se trata de un perro faldero y ni mucho menos podremos pretender ganárnoslo únicamente con premios. Tampoco funcionarán con él tácticas de adiestramiento que lo somentan a una sumisión o dolor ya que como ya hemos mencionado, se trata de una raza tremendamente sensible y con mucha psicología. Lo único que conseguiríamos sería crear inseguridades, miedos y desestabilizarlo por completo.
Disfrutará de la compañía de todos los miembros de la familia con tendencia a definir al que será su guía entre todos ellos. De naturaleza desconfiada para con los desconocidos aunque eso no quiera decir que después de unos minutos, no se le pueda tocar sin problemas y se muestre cariñoso si estima que esa persona es de confianza (ojo, en presencia de su familia!).
En cuanto a su relación con otros perros y partiendo de la base de que nuestros cachorros se crían respetando por completo cada una de las etapas de desarrollo que nos corresponden no forzando el destete, criándose siempre con su madre y sus hermanos hasta el día de su entrega en un ambiente familiar en nuestra compañía y más adelante interactuando con el resto de la manada, serán cachorros con una base de socialización muy buena pero que para no perder, habrá que seguir trabajando. Además, nosotros tenemos en cuenta el carácter de los padres para partir de una base de por sí, equilibrada.
Aunque siempre dependerá del resto de ejemplares con los que interactúe, cabe destacar la facilidad del shiba para socializar en grupos por su lenguaje corporal claro y conciso. La mayoría de las veces no será necesario interactuar en caso de conflicto, ya que por ellos mismos serán capaces de resolverlo pero tendremos que tener especial atención en situaciones en las que por ejemplo el conflicto surja con un perro mucho más grande que ellos en los que puedan estar claramente en desventaja, ya que rara vez sentirán miedo ante ese tipo de situaciones.
Su necesidad de ejercicio es media- alta convirtiéndose en el compañero ideal en largos paseos. Siempre procuraremos evitar las horas más calurosas en los paseos ya que es una raza con poca tolerancia al calor.
En cuanto a su relación con los niños, no definiría al shiba como especialmente tolerante ante cualquier situación que lo pueda incomodar o poner a prueba, por lo que siempre dependerá de las experiencias que haya tenido con ellos y estas dependerán en gran parte de que los padres hayan participado de manera consciente en enseñar a los más pequeños a saber comportarse de manera respetuosa con ellos. Ningún adulto tendría que tolerar jamás que un perro fuera sometido a situaciones con niños tales como tener que aguantar tirones ni daños físicos.
No consideramos que teniendo en cuenta estos puntos, sea una raza especialmente difícil para una persona primeriza o sean necesarios amplios conocimientos de etología o adiestramiento ya que como comentamos anteriormente, se trata de una raza tremendamente particular y lo que puede funcionar con otras razas, no es aplicable a los shiba entre otras cosas, por su instinto primitivo. Si realmente queremos estar seguros de hacerlo bien y conocer cosas tan indispensables como pueden ser sus etapas de desarrollo y necesidades en cada una de ellas así como aprender a comprenderlos, tenemos que ponernos en manos de especialistas que realmente conozcan la raza y nos sepan orientar de manera correcta. Nosotros aportamos una muy importante base con ejemplares equilibrados y estaremos siempre encantados de poder ayudar a cada una de las familias dando información concreta y detallada en diferentes aspectos que nos ayudarán por ejemplo de cara a la adaptación de nuestro cachorro, desarrollo, alimentación, mantenimiento, cuidados etc...
Resumiendo, yo definiría al shiba como una raza con la que necesitamos tener un fuerte vínculo para sacar lo mejor de ellos acompañado de una gran dosis de empatía y conocimientos para saber interpretar su comportamiento. Se trata de una raza primitiva con un instinto que como tal, lo caracteriza por tratar cada situación con mucha psicología, tremendamente observadora, muy ágil, sensible, que reacciona de forma rápida a diferentes estímulos, siempre alerta y con una cierta independencia.